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Mostrando entradas de diciembre, 2004

Una foto

Por fin he podido ver a R., la chica del meetic con la que me estoy carteando (mas bien emaileando , pero eso suena muy feo). Tan sólo es una foto escaneada, pero al menos me da una idea de la clase de persona con la que estoy tratando, porque aunque siempre se dice que no hay que fiarse de las apariencias, yo siempre he podido adivinar la forma de ser (aproximada, por supuesto) de una persona a partir de su apariencia externa. La imagen de una persona dice muchí­simo de ella: tanto su forma de vestir, o peinarse, los gestos o posiciones que asume, la forma de sonreí­r, de mirar, de hablar... Todo ello delata mucho de su personalidad. Aún no he podido ver demasiado de ella, porque era una foto de cuello para arriba, pero creo que me puede llegar a gustar. Sin embargo, no me ha pasado lo mismo con A., otra chica del meetic con la que he hablado de vez en cuando por el MSN. Con ella me ha pasado que ha sido ver su foto y comprender que no me atrae en absoluto. En una de las fotos que

... porque los sueños, sueños son.

Esta noche he soñado con M. Estaba preciosa. Pero ha sido levantarme y cambiarme el chip emocional al estado existencialista... Odio ponerme en modo existencialista.

Te concedo tres deseos

Probablemente es la frase más soñada por cualquier chiquillo, y puede que no tan chiquillo. Yo recuerdo haber fantaseado con ella desde siempre, hasta donde me alcanza la memoria. Claro que los resultados de las fantasías varían bastante con la edad. Al principio, la verdad es que no me acuerdo, pero supongo que fantasearía con crear dragones, espadas, coches o vete tú a saber. Un poco más mayor, ya empezaba a fantasear con poder parar el tiempo. Da mucho juego ese deseo, tanto que se convirtió en deseo recurrente a lo largo de los años. Te permite multitud de cosas, desde poder dormir más (o quedarte más tarde por la noche), copiar en los exámenes o mirarle por debajo de la falda a las chicas :-D. De mayor, te permite salir por las noches sin preocuparte por tener sueño por la mañana, o no llegar tarde a una cita o una reunión. La verdad es que el tema del tiempo, en todas sus facetas, es algo que siempre me ha llamado la atención: parar, acelerar o frenar, avanzar o retroceder.

Posts, posts, posts...

Es increible lo prolíficos que son algunos posteando en sus blogs. He estado mirando blogs que he encontrado, y algunos tienen varios posts de media al día. Bueno, claro que mis posts son bastante más largos, y puede que incluso más pesados de leer. Me he dado cuenta de que, según leía los blogs de esta gente, me paraba a leer los posts cortos, los que tienen un párrafo o así, pero que pasaba de los posts largos. Es posible que la gente que entre en el mío le ocurra lo mismo, y pase de leerme porque cada vez que posteo suelto un rollo impresionante. ¿Pero, sabes qué? Creo que me da igual. El blog es mi blog, donde escribo para mí, para contarme lo que siento, no para que los demás lo lean. Si hay alguien que le gusta mi estilo, pues estupendo, y si no, peor para ellos. Viniendo de Córdoba, he escuchado una canción en la radio (creo que dijeron que era de Pastora, aunque no sé cual), y cierta parte decía algo así como "tengo un chiste que no cuento pa'reirme yo por dentro
Son las 4 y media de la madrugada de un sábado, y como siempre que estoy algo triste, me he venido al ordenador a escribir algo. Me sirve de desahogo ponerme a escribir, aún sin saber lo que voy a poner en la siguiente línea ni en la siguiente palabra. A veces, cuando voy en el metro, o cuando voy camino de las clases de piano, o en cualquier otro momento, se me ocurren cosas, pensamientos, reflexiones, que desearía plasmar en el blog, pero que al no hacerlo en el momento, se me olvidan y no llegan nunca aquí. Quezás debería llevar siempre una libretilla para tomar notas según se me ocurran. Otras veces, estoy razonablemente normal de ánimo, ni muy alegre ni muy triste, y simplemente no me acuerdo del blog. No sé, esto de escribir sin idea fija no proporciona resultados coherentes :-/, así que empezaremos de nuevo... Esta semana la he pasado de fiesta en fiesta, con todo esto de las fiestas de navidad. Primero, el miércoles, la fiesta de mi empresa. Fuimos a un restaurante argentin

Gatos, estatuas y canciones

Este fin de semana está aquí mi hermana con sus dos hijos. Principalmente han venido para ir al teatro, a ver el musical "Cats" mañana por la tarde, y ya de paso hemos aprovechado para ver algunas otras cosas, como una muestra de los guerreros de Xi'An , que están exponiéndolos estos días en Madrid, y un espectáculo de magia para niños, donde los críos se lo han pasado de miedo. Mañana iremos a ver el museo del Prado, que aunque a V. no creo que le guste porque es muy pequeño aún, JC. sí quería verlo, porque le encanta todo lo relacionado con la pintura. El caso es que durante todo el día he estado muy bien, riéndome mucho con los chavales, contando y oyendo chistes. Y al final, justo cuando volvía a casa en el coche, voy y tengo que oir Agua , de Jaraba de Palo. Cada vez que escucho esa canción, o aún peor, Grita , me acuerdo de M. Y claro, acordarme de M. es entristecerme al momento. Me he puesto melancólico, y han dejado de hacerme gracia los chiquillos, sus gracia

Amor, dinero y poder.

Ayer por la noche vine de mi Córdoba natal, después de pasar allí el puente del día de la constitución. Hoy estoy trabajando, a pesar de que mañana es fiesta otra vez, en una oficina prácticamente vacía. Casi todo el mundo se ha pillado el puente completo, 5 días, para irse de vacaciones por ahí. Cuando llegué a casa de mi madre, como siempre hago, fui a mirar las cartas que podía haber recibido, ya que aún recibo de vez en cuando alguna en esa dirección, y la verdad es que me dio un poco de vergüenza cuando vi que tenía un justificante del recibo del coche desde hacía más de seis meses. Es increible, creo que no había vuelto por casa de mi madre desde cerca semana santa, a principios de Abril. Nunca me ha tirado la sangre, ni he sido excesivamente familiar... pero esto clama al cielo. Bueno, tambien he de decir en mi descargo que, aunque no haya pasado por allí en tanto tiempo, he visto a mi madre y mi hermana de vez en cuando, ya que ellas sí que han subido a Madrid alguna que otr