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Mostrando entradas de abril, 2005

Comiendo pipas

Genial el estudio que ha hecho Poncho sobre las pipas de girasol, tipos y usos. Qué tiempos aquellos, cuando en verano nos íbamos toda la familia al paseo marítimo de Fuengirola (como cualquier Cordobés que se precie) a comer bolsas y más bolsas de pipas. Por cierto, nosotros nos guardábamos las cáscaras en la otra mano hasta encontrar una papelera.

El concurso de interpretación

En la escuela de música han hecho un concurso de interpretación, donde los alumnos han tocado/cantado alguna pieza, para evaluar los logros del curso de cada uno. Yo me resistía a tocar, porque no me veia preparado, pero al final la profesora me convenció. Craso error. Ha sido un estrepitoso fracaso. Menos mal que no le tenía puesta ninguna ilusión. Pero aún así me ha cabreado que no me saliera como en las prácticas... Ya se sabe, los nervios son muy traicioneros. Para el año que viene, me tendré que esforzar un poco más.

¿Pero qué se cree esta gente?

Hoy, contrariamente a mis ancestrales costumbres, me he levantado temprano un sábado para acercarme a comprar el periódico. No suelo comprar nunca prensa escrita, ya que suelo leer varias ediciones digitales, y tragarme casi todos los telediarios por la noche. Pero hoy regalaban el Quijote con El País, y como llevaba un tiempo queriéndo comprármelo, pues nada, así ya lo tengo. No es que sea una maravillosa edición, ya que es bastante cutre, de papel basto, sin prólogo, anotaciones ni nada por el estilo. Pero son dos volúmenes, y para llevarlo en el metro y no estropear un libro más bonito viene que ni pintado. El caso es que leyendo el periódico he leido un comentario que hizo ayer el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia. Este señor, en nombre del Vaticano, y aludiendo a la ley española para el matrimonio entre homosexuales, pide a los funcionarios que hagan objeción de conciencia y no casen a los gays, "incluso aunque conll

Ya están aquí

Por fin han llegado. Se han hecho rogar este año, con tanto frío, pero al fín están ahí fuera jugando a perseguirse. Ahora sí que es primavera.

La memoria es extraña

¿Por qué me acuerdo del nombre completo del que fue portero de mi casa hace 20 años, pero no me acuerdo del nombre completo de mi prima o mis tíos? ¿Por qué me acuerdo de que un poraspis es un agnato ostracodermo del ordovícico, usease, un fósil de un pez sin mandíbulas? ¿Por qué no se me va de la memoria la fórmula química de la maltosa (o-alfa-D-glucopiranosil-alfa-1-4-D-glucopiranosa) que me aprendí en ciencias naturales en el instituto? ¿Por qué no soy capáz de acordarme de los cumpleaños de la mayoría de la gente? ¿Por qué sólo me acuerdo de los números de teléfono de mi madre y el mío, a pesar de ser los que menos uso? Cuando alguien consiga explicarme estas preguntas, probablemente se lleve un nóbel en medicina.

El keñol kikaldo

Esta noche he estado cenando y tomando unas copas con unos amigos de Córdoba, que han pasado el finde aquí, aprovechando que le han dejado el chiquillo a los abuelos. Al volver, como era tarde y el metro ya estaba cerrado, he tenido que coger el búho, el autobús nocturno. Según íbamos pasando por las paradas, iba apareciendo el nombre de cada una en un display, y cuando apareció el nombre de una calle, "R. Ortiz", me vino súbitamente a la memoria el keñol kikaldo . El señor Ricardo, o como aparecía en su DNI, Ricardo Ortiz Castillo, fue el portero del edificio en el que vive mi madre, y en el cual me crié y viví durante casi 18 años. Supongo que ya era portero cuando nos mudamos o poco después, puesto que desde los 2 años, edad con la que me mudé al piso, hasta más o menos el instituto, allá por los 14 años, lo recuerdo tras el mostrador de la portería. Ricardo era de esas personas que siempre han estado en la memoria, como los padres o los abuelos. Los amigos, compañeros de

The meaning

Ayer estuve de concierto con A y D. Un amigo de A toca en un grupo llamado The Menaning , y actuaba por primera vez en una sala decente. Vamos, de hecho, actuaba en la sala Moby Dick de Madrid, donde han actuado gente bastante famosa. En principio, no tenia ni idea de qué tipo de música tocaba, ni cómo era, ni siquiera cómo se llamaba el grupo, pero bueno, la idea era echarse unas cervecitas y ya de paso, oir un poco de música. El grupo, para mi gusto, necesitaba un pulido en lo vocal, porque al que cantaba no se le entendía nada: aparte de que cantaba en inglés, tenía poquita voz, y quedaba demasiado apagada por la música, pero la chiquita del bajo tenía su morbo :-) Tocaba en una pose que me recordaba a las Bangles, algo así como si aquello no fuera con ella y simplemente estuviera ensayando. Bueno, si algún día esta gente se hace famosa, podré decir que he estado en su debú.

Ya tengo los muebles

Por fin, tras un año largo desde que firmé las escrituras, ya tengo muebles en el salón. Esta mañana han traido el mueble, las mesas y las sillas. Ya casi ni me acordaba del aspecto final del mueble, ya que lo encargué a finales de enero, y ahora que lo tengo puesto y he empezado a colocar las cosas, me he dado cuenta de que tiene mucha profundidad, con lo que los libros se quedan muy adentro. Pero bueno, se coloca algún adorno delante y punto. Aunque he visto que tengo menos libros de los que me imaginaba. Ni siquiera he conseguido llenar la estantería superior... Tengo que leer más. Mi hermana y mi cuñado están pasando el día en Faunia , que pilla cerquita de casa y está muy entretenido para los niños. Yo me he quedado en casita, esperando que terminaran de montar los muebles, y limpiándolos un poco. Además, que se ha levantado un frío estos días, que se está mejor en casita.

Leyendo: Mort, de Terry Pratchett

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En casita

Al final, a mi hermana le han dado plaza en el Materno de Málaga, por lo que no se tendrá que ir de su casa durante estos dos años de curso. Me alegro por ella, porque seguro que iba a ser muy duro estar tan lejos de su familia.

Sin chat

Ayer le quitaron el MSN a R en el trabajo, ya que están en un proceso de despidos en su empresa, y parece que el jefe no se fía demasiado de lo que puedan hablar los que se quedan con los que han echado. Y me ha fastidiado completamente. Ya me había acostumbrado a charlar a diario con ella, a decirnos chorradas, a contarnos cosas... El otro día miré el registro que guarda el Trillian de las conversaciones, y podía identificar claramente los fines de semana y días festivos desde mediados de diciembre, que son los días en que no podíamos chatear. Ayer estuvimos charlando media hora por teléfono, intentando ver qué podíamos hacer para seguir chateando, pero lo veo complicado. Tendremos que tirar más a menudo de teléfono, que en cierto sentido es mejor... Pero no sé, es más ameno y más divertido por MSN: eso de cambiarte de nombre, de foto, hacer juegos de palabras... no es lo mismo. Por otro lado, hoy, por una vez, he llegado temprano al trabajo. La razón es que anoche llegó mi hermana c

M

Hoy he visto a M. Ha entrado en el vagón del metro justo delante de mí y se ha sentado en un asiento, mientras yo me quedaba de pié a su lado. Iba con una fotocopia de algún escrito antiguo con los renglones numerados y una libreta, como si estuviera traduciendo castellano antiguo o algo así... Bueno, en realidad no era M. Sé que es imposible que fuera ella, pero parecía M con 20 años más, alrededor de los 50. Su mismo corte de pelo, el mismo color, la misma arruga en las comisuras de los labios, la misma estatura, los mismos gestos, los mismos ademanes decididos... No he podido apartar la vista de ella durante todo el viaje, hasta el punto que creo que ella se ha dado cuenta y habrá pensado que qué demonios miraba. Me preguntaba si ese habría sido su aspecto dentro de 20 años, cuando en una estación han entrado en tromba 20 o 30 chiquillos de algún colegio con sus profesoras, y me he tenido que mover de sitio para que no me aplastaran. Cuando me he querido dar cuenta, "M" y