6 meses

Este sábado vamos a hacer 6 meses. Seis meses en los que he estado súper feliz y donde, como en el anuncio, mi amor por E -es decir, por SEE, pero es que en realidad es sólo E, ya que SEE no la llama nadie, aunque no quiero que se confunda con la otra E, mi ex, puf, que lío- es "más que ayer, pero menos que mañana". Tanto que el domingo, cuando estábamos abrazados en la cama tras pasar el día con los amigos de tapeo, le comenté algo que llevaba algunas semanas barruntando: que me apetecía que se viniera a vivir conmigo. Que quería vivir con ella y con su perra. Ella se quedó callada, abrumada como me habría quedado yo si me lo hubiera propuesto ella, y me contestó que se lo pensaría.

En estos 6 meses hemos estado juntos casi a diario. Creo que no ha pasado más de 3 días sin vernos físicamente (bueno, sin contar las vacaciones que estuve en Turquía justo al principio), y no más de uno sin charlar aunque fuera por teléfono. Hemos salido a pasear a su perrita prácticamente cada vez que nos veíamos, se ha venido a pasar el finde completo en mi casa muchísimas veces, hemos salido bastante de tapeo, al cine... Vamos, que lo estamos viviendo intensamente, y me apetecía dar un paso más. Nunca he vivido con una chica juntos más allá de unos días, aunque con los días que hemos pasado juntos, las noches que hemos cenado juntos en mi casa o la suya, las veces que hemos ido a comprar juntos...todos esos ratitos que hemos pasado juntos me hacían pensar que podría resultar la aventura.

Hoy, aprovechando una oferta de Iberia, hemos comprado un billete de avión para pasar dos semanas en Bogotá, en su ciudad, con su familia, algo que ya me comentó hace semanas que le gustaría hacer, y algo que a mí también me apetece muchísimo. Y además baratísimo: no ha llegado a 300€ por cabeza el billete de ida y vuelta. Pues bien, tras cerrar la compra del avión y de cenar, me ha sentado en la cama y me ha dicho que le hace mucha ilusión venirse a vivir conmigo. :-) No os podéis hacer una idea de la felicidad que he sentido al oirlo, al saber que vamos a vivir juntos, al saber que voy a poder verla a diario sin tener que ir de visita un ratillo por su casa, al saber que cuando llegue a casa estará Mona meneando la cola y lamiéndome la mano...

En fin, que al venir de su casa, en lugar de venir en mi Ibiza, he venido montado en una nube.

Y por cierto, por si os interesa conocer a su perrita Mona, os pongo una foto.


Aquí está un poco embarrada pero, ¿a que es chula?

Comentarios

  1. Me alegro mucho de que la cosa vaya bien,es un gran paso y esta etapa de la relacion es muy especial, así que vividla a tope y disfrutad muchísimo, un besito

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La nostalgia del papel

Unas veces se pierde..., y otras también