Felices
Hoy E se ha conectado al messenger y hemos estado charlando. Hacía tiempo que no se conectaba, y mucho más a esta hora. En la última conversación que tuve con ella por chat, antes de semana santa, la noté cambiada. Más feliz, menos enfadada conmigo, así que ya me sospechaba algo. Y efectivamente, hoy me lo ha confirmado: está saliendo con un chico que conoció en un concierto y está muy ilusionada. Ella es así, se enamora de golpe de la gente, y cambia de odiarme a contarme que está feliz. Así lo hizo conmigo, y si lo de este chico no llega a buen puerto, así le pasará con el siguiente. Yo, por el contrario, soy lento en enamorarme, muy lento. Necesito ir conociendo a la otra persona poco a poco, ir descubriendo cómo es, cómo piensa, qué siente... hasta que en un momento determinado lo veo, ese rasgo que estaba oculto desde un principio y que es el que hace que me vuelva loco por ella. Así me pasó con M, así casi pasó con R, y así nunca ocurrió con E. Nunca le vi a E aquello que hiciera