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Moda

Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con la moda de este año. Con lo guapas que están las chicas con una falda, cualquier tipo de falda, ya sea corta o larga, ajustada o amplia, pero una falda al fin y al cabo... La de años que han tenido que pasar para que se ponga de moda, que estaba ya un poco harto de tanto pantalón.

Un gran dilema

Resulta que este año, como regalo de navidad, mi empresa (de la que yo soy socio, jeje) me ha regalado una Wii. ¡Qué guay!, diréis vosotros. ¡¡Pues no!!, ¿¿acaso ya habéis olvidado que no tengo tele??, ¿que se rompió hace un año y medio y aún no me he comprado ninguna?. Y la verdad es que comprarse una tele para poder jugar a la Wii es muuuy tentador. Imagínate, una tele nueva FullHD de 37 pulgadas (no me cabe ninguna más grande) con TDT y sus otras cositas... Pero claro, una tele así sin unos buenos altavoces no pintan nada, así que habría que pillar un buen home cinema , un lector de DVD... ¡¡NO!!, no debo sucumbir al vicio. Debo mantenerme casto y puro sin ser arrastrado de nuevo al infierno televisivo del que conseguí salir indemne, pero del que dudo que pudiera escapar sin secuelas por segunda vez. Así que nada, hasta que no compre un cable especial para conectar la Wii al monitor del ordenador, tengo una cajita blanca con lucecitas azules la mar de mona encima de la mesa. Y a mí

Nota personal

No olvidar nunca que cuando tengo hambre me deprimo (mmm, que rico estaba ese jamón...)

Hogar, ¿dulce hogar?

Ayer estuve comiendo en un restaurante ruso con los amigos, y por la tarde, después de tomarnos unas cervecitas y como estábamos cerca de la casa de Y, nos acercamos allí para tomarnos "la última". Era la segunda vez que iba a su casa. La primera fue allá por mayo, poco después de mudarse, que hizo una fiestecilla de inauguración. Desde entonces, aunque el piso es bastante pequeño, le había comprado algunas cosillas de adorno: unos marcos para fotos, velas, lucecitas y un belén de navidad, una lámpara... Cosas que hacen de una casa un hogar. Mi casa, sin embargo, sigue igual que desde hace un año, cuando hice una fiesta de halloween. Sin cortinas, sin lámparas, sin una sola foto de nadie, sin cuadros. Mi casa es la más impersonal de las casas, un simple receptáculo para dormir cuando llego a casa por la noche, un desorden eterno sin la más mínima calidez hogareña. Y así lleva desde que me mudé a ella. No soy capaz de trasmitirle eso que hace que se pueda llamar hogar. Ho

A cuadros... Investigación policial

Así me dejó el comentario de Nepo de ayer. ¿Por qué narices me rastrea Nepomuk?. Llevo desde ayer por la tarde dándole vueltas al tema y no consigo entenderlo. Yo conozco a Nepo (al virtual, al del blog) desde hace mucho tiempo, desde lo del concurso de 20 minutos que al final no ganó. De hecho, le votaba casi a diario (dos veces, jeje) y me fastidió que no ganara. Pero aparte de eso, no recuerdo haberle dejado ningún comentario, y no creo que nadie le haya hablado de mí tanto como para que se ponga a rastrearme. Y si fuera así, le habría dado la dirección de mi blog, no hacía falta rastrearme. Claro que podría no ser Nepo y ser alguien que ha fingido ser él. Lo he comprobado, se puede hacer. Ahora bien, es retorcido de la leche dejarme un comentario con el nombre de otro diciendo que me ha encontrado. ¿Quizás algún amigo que sabe que tengo blog pero al que no he querido decirle la dirección?. ¿R, quizás?. Mmm, no, no creo, porque ha entrado desde technorati con una búsqueda de la web

Frikismos

Entre mis amigos suelo tener fama de bastante friki: que si colecciono monedas, que si colecciono números de serie de billetes , que si hago mapas gratuitos , que si uso Linux en vez de Windows, que si busco tesoros escondidos , que si..., que si... Así que el otro día, uno de ellos me pasó un test para frikis: www.frikitest.net (no se podía llamar de otra forma). Pero me he sentido defraudado, tal y como dicen en la propia web: ¡sólo un 26%! Eso sí, tela marinera con el test. Pobre del que pase del 50%. Aún no conozco a nadie que lo haya hecho para poder comparar. ¿Alguien se anima?

Falange, falangina, falangeta

Hoy es fiesta en Madrid (la Almudena), pero yo estoy en el trabajo (que no trabajando) debido a un intercambio de festivos: este viernes por el viernes pasado. Como en realidad, a pesar de un estar en mitad de un pase a producción, no tengo prácticamente nada que hacer, pues me he dicho, ¿por qué no escribo alguna de las ideas que se me ocurren de vez en cuando, pero que nunca escribo?. El problema es que, una vez frente a la pantalla, no se me ocurre qué escribir, y las ideas que en su momento me parecían inteligentes, ahora con perspectiva no me lo parecen tanto. Pero en fin, ahí va alguna, a ver si consigo arrancar esto de nuevo. Cuando era pequeño, estudiaba en un colegio privado que había muy cerca de mi casa. La verdad es que no sé si iba a un colegio privado por el hecho de ser privado o simplemente porque era el más cercano a mi casa, y cuando se es pequeño y mi madre tenía que estar en el trabajo en la otra punta de Córdoba al mismo tiempo que yo (era maestra), el que yo pueda

Soñando comedias

Hoy he tenido un sueño cómico. No se trataba de un sueño gracioso, ni un sueño con escenas graciosas. No, era un sueño cómico, un guión de película cómica, con sus enredos, sus confusiones, con un personaje (yo, este caso) que se mete en una situación grotesca sin meterlo ni beberlo y de la que no puede salir hasta que vuelvan a abrir el metro... Vamos, lo que se dice una comedia. Nunca me había pasado lo de soñar comedias. Tragedias, pelis de miedo, de polis... de esas muchas. La verdad es que me ha sorprendido bastante cuando me he despertado, y he pensado: "¡He soñado una comedia!"

¡Lo volví a encontrar!

Y yo que pensé que ya no escribía... Que fallo. Pero sí, ahí está , con esa ternura suya que hace que se me salten las lágrimas y con esa forma de ver la vida que hace que me ría a carcajadas. Te echaba de menos, Nepo.

No lo entiendo

¿Por qué no he dejado de pensar en ella ni un solo día desde que la dejé?

Sí, 1

¿Cómo voy a encontrar mi chica ideal en Meetic si casi todas quieren tener hijos?

15 minutos

Como no puedo/quiero dormir, he intentado volver a engancharme con alguno de los blogs que hay por este mundo mundial, tal y como me pasó hace 2 años. Lo echo un poco de menos, eso de meterme en la vida de la gente, eso de que me cuenten sus historias, sus pesares, sus gracias. No solamente leer algún post de alguien, sino que ese alguien forme parte de mi vida. Ya hace tiempo que mis compañeros blogueros salieron de la mía cuando abandonaron sus blogs, y me apetecía encontrar amigos nuevos. Lo primero que he hecho es revisar mi lista de favoritos. Aunque los tengo agregados al thunderbird, y sé que no escriben desde hacer mucho, me ha sorprendido al comprobar cuánto es ese mucho. Así que he buscado otro camino: he buscado a Nepo, a ver si seguía escribiendo, pero ya hace tiempo que lo dejó (al menos con ese seudónimo). He encontrado a alguien que hablaba de él, y he empezado a hilar blogs como hacía antes: leo un blog, salto a sus favoritos, los leo, salto a los favoritos de los favor

Fotos

Hoy he estado reordenando, clasificando y anotando las últimas fotos que he hecho: el viaje a Escocia y el del cabo de gata que hice con E en agosto, el otro día en la Bola del mundo con los amigos... Aún le tengo que dar a E algunas cosas que se dejó en mi casa y recoger el portátil que le dejé, así que he aprovechado para hacerle un DVD con las fotos de los viajes que hicimos juntos, pero ha sido una tortura mayor de lo que me esperaba. Yo creía que, puesto que fui yo el que al final dijo de acabar, hace ya casi un mes, no me iba a afectar tanto verla en las fotos, pero ha habido alguna que ha hecho que desee volver a verla de nuevo, volver a besarla, volver a abrazarla. La veo en esas fotos y no soy capaz de entender cómo no me enamoré de ella. Hasta he hecho un intento de ofrecerme a ir a recogerla al aeropuerto, puesto que ha llegado hace unos minutos de Grecia de un congreso, pero ella ha preferido volverse en taxi, no sé si por no verme o por no molestarme. También es cierto que

Geocacheando

Bueno, pues al final pasó lo que tenía que pasar. Después de pensarlo mucho, darle vueltas y más vueltas, vi que lo mejor era no seguir adelante. De hecho, probablemente no debería haber llegado nunca hasta donde llegamos, pero pensé erróneamente que el amor llegaría tarde o temprano. Falsa suposición. Así que el otro día charlamos, y al final acabamos cortando. Es raro pensar que hace una semana estábamos en el Cabo de Gata de vacaciones, tan ricamente, y hoy ya no estamos juntos. Llevo desde el miércoles por la noche pensando casi exclusivamente en ella, en nuestra relación, en si debíamos dejarlo primero, y en si he hecho bien luego, y lo más extraño es que ya sentía acercarse la soledad un día antes de dejarlo. Está clarísimo que la soledad es más un estado de la mente que un estado real. El caso es que, para no estar demasiado en casa, he salido un poco con mi amigo R, que hacía bastante que no lo veía, con esto de las vacaciones, y hemos estado tomando cañas, viendo el partido de

Recordando

Hace tiempo que no paso por aquí, mucho tiempo, algo más de un año desde el último post que escribí, y mucho más desde el ultimo medianamente interesante, quitando escritos pseudocientíficos o chorradas varias. Hoy, al venir en metro, me acordaba de cómo me enteré de la muerte de M hace algo más de 3 años, cuando me lo contó Y por MSN al volver yo de vacaciones en Sicilia. Quería recordar aquella conversación, y rebusqué en mi archivo de logs hasta encontrarla. Joder, que jarra de agua fría me echó por encima en aquel momento. Aquello me hizo recordar que, como consecuencia, pocos meses después empecé a escribir este blog, así que me fuí a releer los primeros posts. Y luego los siguientes. Y luego el resto. Dios, ya no me acordaba de la camaradería que tenía con mis queridísimas casamenteras (Karenina, Dama, Escribana, Carol, Cin, Kamala, Emma... os echo muchísimo de menos), de cómo se angustiaban con mis andanzas con R o con mis depresiones cuando me acordaba de M. Poco a poco, al igu