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Sueños y olor a orégano

Parece que el 2020 sigue haciendo de las suyas, tanto a nivel mundial como a nivel individual.  Como comenté en el anterior post, mi madre murió en abril, no tanto por la epidemia de covid-19, sino ya por su edad y sus múltiples achaques. Demasiados años con el corazón tocado, dos operaciones a corazón abierto, pastillas por un tubo, médicos... Al final, una mala caída terminó de descompensarle lo poco que le quedaba de salud... y ya no pudo seguir. La llevamos al hospital y ya no pudo salir de allí. Era una verdadera putada ver a esa maravillosa mujer, fuerte y decidida, la jefa de la casa durante tantos años, la que no se achantaba ante nada, la que sacó adelante a su familia ante tantos problemas y tan gordos ... ver cómo poco a poco sucumbía a la vejez y la enfermedad, ver cómo la memoria le empezaba a ir y venir... Ella no era una capillita, pero últimamente había empezado a creer más, y cuando podía se acercaba a misa, así que si ella creía que ahora ya se ha reencontrado c

10 años, 5 meses y 24 dias

Es el tiempo que ha pasado desde la última entrada del blog. Es mucho. No, es muchísimo. Al principio, después de conocer a E, dejé de escribir tan asiduamente como solía: primero escribí un resumen del tiempo que no había escrito, luego otro resumen de un tiempo aún mayor, luego algún post más... y se acabó. No más posts, no más resúmenes, no nothing. Supongo que el blog cumplió su cometido, que era para lo que se creó en un principio: contarle mis pensamientos a alguien, aunque fuera a gente anónima. Gente que, por suerte, empezó a comentar y dejaron de ser anónimos: Karenina, la Dama Blanca, la Dama Oscura, Cintius, Carol, Ángel y Demonio ... curioso que casi todas eran chicas. Pero claro, cuando tienes a alguien a tu lado a quien le puedes contar tus pensamientos mientras das un paseo con la perra, o por la noche abrazados antes de dormirte, o mientras cenas viendo el telediario... pues claro, la necesidad de contar cosas en un blog va decreciendo, la pereza va aumentando,

Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”

Yo también lo suscribo. "Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que… 1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos , como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión. 2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial . Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los c

La nostalgia del papel

Hace un momento, al salir del metro he pasado por un contenedor de papel, y al pie había una bolsa con libros. Me he acercado para mirar qué había, y he visto que muchos eran libros banales (recetas, de cocina guías de viajes) y alguna que otra novela. Me he apropiado de Drácula , de Bram Stocker, y me he venido a casa, preguntándome si no debería haberme traído la bolsa completa. El caso es que me preguntaba quién habría tirado una bolsa completa de libros, porque a mí me resultaría complicado deshacerme de ellos. Pero claro, puede haber casos en los que sí tiraría algunos: una mudanza, falta de espacio en la casa... O incluso puede que haya gente que no le tenga apego a los libros: los compra, se los lee y si no les ha encantado, los tira sin más. Es lo que hago yo con las películas, por ejemplo. No es que las compre, pero las descargo, las veo, y las borro. O incluso las veo por streaming y ni siquiera me las descargo antes de empezar a verlas. Ni se me ocurre grabármelas en un disc

Agachar la cabeza

El viernes llevé mi coche al taller a que le hicieran la revisión anual, previa revisión ITV. Lo típico: aceite, filtro, inspección de luces y neumáticos... Aparte, le arreglaron el limpia trasero, que siempre se estropea y deja de echar agua, y la luz de la matrícula trasera. Total: 225 lerus. El sábado llevo el coche a la ITV, con el resultado de favorable con defectos leves: las luces de freno inferiores no funcionaban. Me comentan los chicos de la ITV que lo más seguro es que un fusible se haya fundido o esté flojo. Lamentablemente, el sábado no abrían el taller, así que hoy me he acercado por la mañana a que lo miraran. Les he preguntado si eso lo cubría la "garantía" de la revisión, puesto que lo más probable es que al cambiar la luz de la matrícula hayan aflojado el fusible, y me comentan que no, que ellos hacían todas las comprobaciones y me lo dieron funcionando, que lo más probable es que se haya fundido posteriormente. Vaya, que casualidad, se rompe justo al salir

ETA, DEJADNOS EN PAZ

Hasta los mismísimos

... hasta ahí estoy ya del proyecto y de la empresa. Cinco años llevo ya en el mismo proyecto -desde que creamos la empresa-, haciendo más o menos lo mismo. Cinco largos años en los que han entrado nuevos compañeros tanto a la oficina como a la empresa, se han ido otros (incluso han echado a alguno que otro de la oficina y nosotros de nuestra empresa), han nacido tropecientos niños de los compañeros de trabajo... Y aunque al principio estaba entretenido (montar un nuevo proyecto, una nueva empresa, ver si encontrábamos clientes, montar algún servidor para trabajar...) actualmente estoy completamente quemado. No quemado por el ambiente de trabajo (horario un poquito liberal con viernes tarde libres, compañeros súper majos, sueldo muy bueno para la nula responsabilidad que tengo) sino por la monotonía del proyecto. Nunca he estado tanto tiempo en una misma empresa, mucho menos en un mismo proyecto, y creo que cinco años están pudiendo con mi aguante -y no quiero ni imaginarme cómo estará