Sueños y olor a orégano

Parece que el 2020 sigue haciendo de las suyas, tanto a nivel mundial como a nivel individual. 

Como comenté en el anterior post, mi madre murió en abril, no tanto por la epidemia de covid-19, sino ya por su edad y sus múltiples achaques. Demasiados años con el corazón tocado, dos operaciones a corazón abierto, pastillas por un tubo, médicos... Al final, una mala caída terminó de descompensarle lo poco que le quedaba de salud... y ya no pudo seguir. La llevamos al hospital y ya no pudo salir de allí. Era una verdadera putada ver a esa maravillosa mujer, fuerte y decidida, la jefa de la casa durante tantos años, la que no se achantaba ante nada, la que sacó adelante a su familia ante tantos problemas y tan gordos... ver cómo poco a poco sucumbía a la vejez y la enfermedad, ver cómo la memoria le empezaba a ir y venir... Ella no era una capillita, pero últimamente había empezado a creer más, y cuando podía se acercaba a misa, así que si ella creía que ahora ya se ha reencontrado con el amor de su vida, a mí me vale.

Pero el 2020 no se ha quedado tranquilo en el tema personal, no. Sigue maquinando sus trucos, sus zancadillas y sus maldades a todos los niveles. Y a mí me ha dejado reservada una especial, una que no administra más que a un porcentaje de la población. Ahora mismo estoy escribiendo este post tumbado en una cama del Hospital Beaumont de Dublin, planta de hematología, con un diagnóstico de Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) de precursores T, con presencia de cromosoma Filadelfia, y hoy me han dado mi segunda sesión de quimio. Cabroncete el 2020, ¿verdad?.

La cosa fue más o menos rápida, el viernes 12 de junio empecé a encontrarme bastante cansado, y el finde me lo pasé tirándome allá donde encontrara una cama, un sofá o incuso en el suelo. El lunes vimos que ya era mucho sueño pa un adulto, así que fuimos a pedir cita al médico a ver si podía tener una anemia o algo. El jueves me revisaron y vieron que sí, que podía ser anemia, así que pidieron una analítica. El martes siguiente me sacaron sangre y al día siguiente por la mañana me llamaron del hospital para que me fuera directamente a urgencias. Y hasta hoy, ya no he salido del hospital. En urgencias me tiré todo el día entre médicos, analíticas, revisiones, preguntas, más analíticas... Y por la noche me ingresaron directamente en la habitación 10 del pabellón St. Therese, donde aún sigo.

El diagnóstico del LLA fue más o menos rápido, con un análisis de sangre ya iban súper encaminados. El resto de adjetivos los fueron sacando durante los siguientes días según iban saliendo los resultados de la muestra de médula espinal que tomaron (ouch!), y ayer me dieron el último, el del cromosoma Filadelfia. Otro cabroncete éste. que hace que tenga que combinar dos tratamientos de quimio al mismo tiempo: la normal intravenosa para la LLA, y una pastilla diaria para el Filadelfia. 

Por suerte, cómo me explicaron desde el primer día, la imagen peliculera que se tiene de los enfermos de cáncer, en cama vomitando en un cubo, ya no se estila en absoluto. Es cierto que la quimio tiene efectos secundarios, y muy graves, no lo voy a negar. El pelo se me caerá, estaré muy cansado debido a la pérdida de glóbulos rojos, al perder los linfocitos tengo las defensas bajo mínimos y cualquier resfriado o corte al afeitarme puede provocarme una infección muy grave, esterilidad, sensibilidad en la piel, llagas bucales, infecciones... No lo que se pueda llamar un camino de rosas, pero gracias a la medicación que me dan, muchos de otros síntomas no se dan o se dan en muy baja medida: no me han dado prácticamente nauseas (más una sensación de llenura que otra cosa) y no he vomitado en absoluto, no me han dado llagas gracias al lavado de dientes y enjuagues bucales 4 veces al día, la piel se trata con cremas para evitar la sensibilidad, etc.

Pero claro, un cáncer es un cáncer, y el cuerpo reacciona de múltiples maneras a él:sin hematíes no hay células para transportar oxígeno desde los pulmones, así que necesito alguna transfusión de vez en cuando (ya van 3); las células producidas en la médula espinal se quedan inmaduras, sin llegar a desarrollarse completamente, y al poco mueren a mansalva, cristalizando en los riñones, con lo que necesito beber líquido a masalva para evitar problemas con la urea; las plaquetas maduras brillan por su ausencia, por lo que no coagulo bien, y de las inmaduras hay demasiadas que pueden provocar un trombo, así que necesito una inyección en el abdomen para controlarlas un poco, de vez en cuando tengo el calcio bajo y me dan un suplemento (mmm, masticable, muy rico)...

Uno de estos efectos es que, cuando estoy con líquidos (tengo que controlar cuánto bebo y cuánto orino), estoy a base de gotero y/o diurético, con lo que cada poco tengo que ir al baño a echar el pis en una botellita (¡de cartón 😱!, ya no son de plástico, lo que avanza la ciencia). Durante el día es íncomodo, pero durante la noche directamente molesto. Cada hora y media o 2 horas me despierto para ir al baño, y supongo que debido a que coincide con el fin de alguna fase REM  o similar, me despierto justo cuando acabo de estar soñando. ¡No he tenido tantos sueños seguidos en mi vida!, aunque creo que la mayoría son, cómo diría, de miedo. No pesadillas, no me despierto sudando, con el corazón acelerado ni nada parecido, sino más bien como si hubiera estado viendo un capítulo de alguna serie de zombies. Por suerte, no todos los días tengo sueros. Ayer no tuve y hoy tampoco, así que podré descansar toda la noche en cuanto publique el post. 

Pero lo más raro que me ha pasado, y con diferencia, es el olor a orégano 🌿. Un día empezó a olerme la camiseta a orégano, así, tal cual. No sé si fue debido al efecto de algún medicamento que se transpiraba al sudar, o algún producto que usan para limpiar, o al jabón que uso al ducharme aquí... pero te juro que no me quitaba el olor a orégano de la nariz en todo el día. ¡Ya hasta pensaba que iba a aborrecerlo para toda la vida, con lo que me gusta a mí la pasta! Pero no, por suerte, tal como vino, se fue. Estaré pendiente por si vuelve, a ver si descubro alguna relación...

Bueno, ¿qué te parece?, ¿cabron el 2020 o no?. Un poco, sí. Pero bueno, por lo menos el cáncer no me ha pillado bajo de ánimos. Si te fijas, ha sido un post bastante aséptico, descriptivo, poco emocional. ¿Pero que le pasa a este chico, no está tirándose de los pelos desesperado?, ¿ha pasado ya por las 5 fases de aceptación del cambio? Bueno, creo que eso lo puedo dejar para otro post, donde hable más largo y tendido sobre mí y mis sentimientos, en lugar de sobre mi enfermedad y mis células.

Comentarios

  1. Hola amigo, siento leer lo de 2020, pero espero que después de 2 años todo haya ido bien y puedas volver por aqui. Un beso y un abrazo

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