10 años, 5 meses y 24 dias

Es el tiempo que ha pasado desde la última entrada del blog. Es mucho. No, es muchísimo.

Al principio, después de conocer a E, dejé de escribir tan asiduamente como solía: primero escribí un resumen del tiempo que no había escrito, luego otro resumen de un tiempo aún mayor, luego algún post más... y se acabó. No más posts, no más resúmenes, no nothing.

Supongo que el blog cumplió su cometido, que era para lo que se creó en un principio: contarle mis pensamientos a alguien, aunque fuera a gente anónima. Gente que, por suerte, empezó a comentar y dejaron de ser anónimos: Karenina, la Dama Blanca, la Dama Oscura, Cintius, Carol, Ángel y Demonio... curioso que casi todas eran chicas. Pero claro, cuando tienes a alguien a tu lado a quien le puedes contar tus pensamientos mientras das un paseo con la perra, o por la noche abrazados antes de dormirte, o mientras cenas viendo el telediario... pues claro, la necesidad de contar cosas en un blog va decreciendo, la pereza va aumentando, y poco a poco te vas olvidando de él. 

El blog va cogiendo polvo y telarañas, la imagen de Deckard que "tomé prestada" de algún sitio y retoqué para que ocupara la pantalla completa se va haciendo más y más pequeña, conforme los ordenadores (ahora portátiles) van ganando en resolución de pantalla... Blogger cambia, y me añade automáticamente el aviso de cookies que obliga la ley europea (por favor, ¡que la deroguen ya!)... Y lo peor, muchos de las páginas web a las que enlazaba en mis posts van desapareciendo, incluyendo los muchos blogs a los que seguía. Aparte del incombustible Nepomuk, que ahora escribe más por twitter que en su blog, creo que sólo las 2 damas siguen escribiendo muy de vez en cuando 😞. Pero, ¡hey, mira!, ahora Blogger tiene emojis 😀

En fin, que en esto casi 10 años y medio han pasado muchas cosas. Es decir, han pasado muchas cosas a mucha gente en muchos sitios, pero lo importante para este blog es que a mí me también han pasado muchas cosas. Más o menos en orden cronológico:
  • E se vino a vivir conmigo, y se trajo a Mona, su perra.
  • Me cambié finalmente de trabajo para irme con mi antiguo jefe, cambiando bastante a mejor.
  • Adoptamos una gatita callejera (Siba).
  • Adoptamos a otro gatito callejero (Bubu).
  • Volvimos a adoptar a un gato (Buffy), éste ya adulto, que habían abandonado (cabrones...).
  • Me compré un estudio como inversión, para alquilarlo (spoiler: está siendo un desastre)
  • E y yo nos casamos (por lo civil, sin mucha fanfarria).
  • Nació A.
  • Murió Mona (pobre, de un cancer, no llegó ni a 10 añitos).
  • Nació N.
  • Dejé mi trabajo para mudarnos a Irlanda y que las nenas aprendieran inglés desde pequeñitas.
  • Vino la pandemia de Covid-19.
  • Murió mi madre en mitad (que no a causa de) la pandemia.
Y más o menos en mitad de las últimas 3 cosas, y probablemente la razón por la que haya vuelto a escribir en este blog: creo que me está empezando la "pitopausia". Ya sabes: mediana edad, cambios de humor, depresión, irritabilidad... Creo que el primer síntoma que empecé a notar fueron las sudoraciones nocturnas, pero las achaqué a que el colchón que tenemos aquí no es que sea de lo mejorcito. Pero después vino el desánimo, la irritabilidad, cambios de humor muy pronunciados... así que me puse a mirar y vi que tenía todos los síntomas, uno detrás del otro. Igual se ha juntado con el confinamiento de la Covid-19, o es que ya tocaba, pero los síntomas están ahí. Ya ves, uno, que se hace viejo, y parece que fue ayer cuando escuchaba las golondrinas en el balcón de la casa de mi madre, sentado en la tumbona con mi hermana...

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