Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2005

La vuelta a la tortilla

A veces, cuando le das la vuelta a la tortilla, algo considerado como normal muestra su cara absolutamente ridícula y te muestra lo increíble de algunas situaciones. Esto es lo que ocurre en un escrito que circuló hace un par de años por internet, y que ha rescatado Psicobyte en este post . ¿Esta situación era ya ridícula en el momento mismo de su gestación o se ha ido ridiculizando con el tiempo?

Dolido

Me levanto algo tarde después de acostarme a las 3 de la mañana. Corro al salón, pongo la radio y me conecto a internet. Parece que el temporal ha remitido un poco y puedo subir a Valladolid a ver a R. La llamo. No contesta. La vuelvo a llamar. Sigue sin contestar. Desayuno. Me ducho. La llamo pero no contesta. Le mando un SMS diciéndole que al final sí que voy a poder ir, que llegaré a las 2. Termino de arreglarme. La vuelvo a llamar. Salgo en coche hacia el norte. Echo gasolina, miro las cadenas por si hay nieve, pero no tienen el modelo para mi coche. A 70km de Madrid recibo un SMS. Paro. Lo miro. Está en un pueblo comiendo con sus padres. Acaba de ver las llamadas, tenía el móvil en modo vibrador. Otra vez. ¿Por qué no le he dicho que iba a ir? Intento llamarla, pero no tiene cobertura. Después de algunos SMS sin ponernos de acuerdo, doy la vuelta y vuelvo a Madrid. Pago dos peajes, el de ida y el de vuelta. Llamo a Y para ver dónde habían quedado. Como con ellos e intento reírme u

¡Adelante gadgetomóvil!

Llevo varias semanas pendiente de Fon , un proyecto que ha iniciado Martin Varsavsky , el emprendedor argentino que fundó Jazztel y Ya.com entre otras empresas. Básicamente consiste en, ayudado de cierto software que dan, compartir tu red wifi con el resto de la gente para, de esta forma, tener cobertura mundial gratuita. Hay varias modalidades, dependiendo de si lo que quieres es cobrar por compartir, compartir simplemente para tener cobertura global gratuita o pagar por tener acceso a esa cobertura, y cada modalidad tiene un nombre (bills, linus y aliens respectivamente). El proyecto tiene muy buena pinta, y sigo sus pasos muy de cerca. Aparte del proyecto en sí, Martin va escribiendo en su blog todos los pasos que está dando para montar la empresa, los contactos que hace, los fichajes que consigue, las empresas con las que habla. Es muy interesante ver cómo se va formando poco a poco la empresa, cómo redefine estrategias, cómo se expande por el mundo poquito a poquito... En definit

45

Según cuentan en 20 minutos, "45 millones de euros para un ganador anónimo" : [...] el director comercial de Loterías comentó que los agraciados con estas cantidades de dinero "normalmente no son conscientes" de la magnitud del premio hasta que pasan unos días, por lo que "cambiar su vida es cuestión de tiempo" [...] ¿Como puede ser alguien consciente de la magnitud de ese premio? Y lo que es más importante, de lo que significa. Haciendo unos cálculos sencillísimos, sin rentabilizar prácticamente nada el premio, metiéndolo en una cuenta de ING o similar, se ganarían unos 78.000€ mensuales después de impuestos. Más o menos unos 13 millones de pesetas, más de 4 o 5 veces el sueldo anual de muchísima gente de España, por no hablar de otros países. Y si se lo metes en la banca privada para gestionarlo, probablemente obtendrías 4 o 5 veces más. Me pongo a pensar en cómo podría cambiar mi vida con un premio de 45 millones de euros, y no consigo imaginár

What if...?

En inglés usan esas palabras cuando se quiere preguntar "que pasaría si...?", quizás también para el "qué habría pasado si...?". Esta última frase me la he repetido bastante a lo largo de mi vida, es sumamente intrigante pensar en cómo habría sido mi vida si hubiera hecho aquello, hubiera actuado de aquella forma, o hubiera dicho aquello otro. Lamentablemente, no siempre hay a mano un ángel que te muestre cómo hubiera sido la (mi) vida en esos casos. Mucha gente tiene una vida muy lineal, conoce a un grupo de personas en su vida, vive en un único sitio durante toda ella, le ocurren las cosas que le deberían ocurrir, y está contenta con ello: no se preocupan de qué podría haber ocurrido porque saben que no podría haber ocurrido ninguna otra cosa. Hay otras personas, sin embargo, que tienen una vida muy ramificada, conocen a cientos de personas, se desplazan por multitud de sitios, desean y provocan las cosas que le ocurren. Entre esos dos extremos, creo que me encue

La de las tejas verdes

Este fin de semana me lo he tirado prácticamente entero tumbado en el sofá, con una manta por encima, leyendo, viendo la tele o trapicheando con el ordenador (me estoy bajando Firefly). No es lo que se dice un fin de semana alegre, la verdad. Ya desde el viernes venía bastante tristón, y pensé que leer algo de Mundodisco me alegraría, pero no surtió demasiado efecto. No sé, supongo que recordar a mi padre y saber que al final sentía algo por él me ha sumido en la melancolía. Quería haber ido hoy a Valladolid, a ver a R, pero han operado a su tía y se ha tenido que quedar con ella, así que ya no la veré más hasta dentro de dos semanas como mínimo. Como mínimo. Si es que la vuelvo a ver. Porque sigue teniendo muchísimas dudas. Ayer me mandó un SMS diciendo que no se quería ilusionar conmigo, y que quiere pensárselo un tiempo, que espera que yo lo comprenda... Claro, claro que lo comprendo, es algo que esperaba que no pasara, pero que temía igualmente. Siempre he temido esta distancia, y

Unas veces se pierde..., y otras también

En un post reciente, la Dama Oscura habla de adicciones, en concreto de la adicción al juego. Tras dejarnos un par de comentarios al respecto, he pensado en qué situación estaría la web de la Asociación Cordobesa de Jugadores en Rehabilitación ( ACOJER ), asociación que mis padres ayudaron a montar junto a otras personas (ludópatas, médicos, psicólogos y familiares) allá por los finales de los 80. Algunos años antes, mi madre había descubierto que mi padre era ludópata, y que se dejaba la mitad del sueldo (si no completo) en máquinas tragaperras. Se tiraba el día entero en el bar, copa tras copa, echando moneda tras moneda en esas maquinas infernales, perdiendo autoestima y respeto con cada una de ellas. El dinero desaparecía del banco y de cualquier sitio de la casa, y mi madre tuvo que poner cuentas y contratos a su nombre para evitar que nos cortasen la luz o el agua.Yo por aquella época empezaba la adolescencia, y aún no me enteraba muy bien de qué iba todo aquello (siempre he sid