Se acabó

Por fin, después de que volviera a dejarme plantado, esta vez en las vacaciones de semana santa, he decidido que ya no quiero/puedo seguir aguantando por mas tiempo esta situación. No tiene sentido estar esperando por algo que nunca va a ocurrir, a la vez que doy de lado otras oportunidades que posiblemente tengan mucho más futuro. Así que, cuando el jueves me dijo que tampoco podía venir de Vitoria (historia larga, la han mandado ahora unos días allí para vender en persona) porque sus padres habían ido a verla, y tras darle (otro) ultimátum siguió sin venir, la mandé a paseo. Con buenas palabras, eso sí, pero a paseo a fin y al cabo.

No me apetece tirarme otro año esperando a ver qué ocurre, sin poder planificar los fines de semana porque no sé si voy a poder ir a verla, va a venir a verme, o, como ocurre siempre al final, ni lo uno ni lo otro. No me apetece no poder hablar con ella a diario. No me apetece que ni siquiera su familia sepa que existo. Paso.

Seguiré buscando alguna chica maja, pero esta vez en Madrid, cerquita de casa. Nada de Salamancas ni de Valladolides. Como mucho, un pueblo a pocos kilómetros. O ni siquiera eso.

Comentarios

  1. Felicidades por tu gran paso (si es lo que quieres). Pero una cosa te digo... mantente firme en tu decisión, porque si no, serás tú el que más sufra...

    Un besito. Verás como todo pasa antes de que te des cuenta.

    ResponderEliminar
  2. La incertidumbre es un castigo insufrible para mi, así que creo y espero que estés mejor posicionado en este lado que has elegido que en la eterna espera...ahora, también te digo que no te pongas condiciones, porque el amor no entiende de razones ni geografias, si no ha salido bien, es porque no tenía que ser, no por los KM que hubiera de por medio, así que no heches cuentas que te llegará tu amor y no te importará de donde...un besito muy grande de esta gordita.

    ResponderEliminar
  3. Creo que sí, que he hecho lo correcto.

    Muchas gracias a las dos.

    ResponderEliminar
  4. yo habria hecho lo mismo, no me gusta vivir sin esperanzas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La nostalgia del papel

Sueños y olor a orégano