¿o no?
Aún no acabo de explicarme qué ha pasado, pero ayer E me pidió que nos volviéramos a ver. Venía de una limpieza de cutis en Pinto, en la A4, y al ver tanto cartel con "Córdoba" en la carretera, se preguntó qué diablos había pasado. No comprendía como podíamos haber pasado de la situación tan genial de Córdoba a la terrible conversación del martes, y quería una explicación cara a cara. Así que se acercó a mi casa. No sé cómo pudo pasar, pero volvimos a acabar en la cama. Estuvimos así, tumbados, abrazados, charlando hasta media tarde (¡¡sin comer!!, que hambre), hablándolo, discutiéndolo, conociéndonos mejor. Al final hemos (ha) decidido que podemos darnos otro intento, algo más ligero, sin tanta prisa, sin tantas nubes ni tantos flechazos. Más cariño, más amistad, -más sexo-, y mucha más paciencia. ¿Somos amigos con derecho a roce?. Sí, pero no sé hasta dónde llegaremos. Ahora, sin esa presión, y sabiendo que ella sabe cómo me siento y que me puede mandar a paseo cuando quier