La cagaste, Burt Lancaster

... y voy yo, abro mi bocaza, y lo fastidio todo. ¿Cuándo aprenderé a callar ciertas cosas, o al menos a no contarlo todo antes de tiempo?. Anoche quedé con E para cenar cerca de casa, y como ella estaba un poco cansada de todo el día de trabajo, empecé yo a charlar, de esto y de aquello, de lo uno y de lo otro. En un momento dado, le conté que escribía un blog, así que me preguntó lo típico: qué es eso de un blog, qué escribía en él, por qué lo hacía, cuándo escribía, si lo leía mucha gente... y si ella podía leerlo. Ante las respuestas de que escribía lo que pensaba y sentía en cada momento, y que prefería que no lo leyera, ella se pensó que escribía algo malo de ella, y que por eso no quería que lo leyera. En realidad no escribo nada malo de ella, sino mis dudas sobre mí y sobre ella, y sobre todo, mis dudas internas, mis temores y mis problemas, y por eso no quería que lo leyera. Aún. Después de eso la noté mucho más fría, menos cariñosa.

Al llegar a su casa me llamó para disculparse. Entendía que el blog era algo muy personal y que yo no quisiera enseñárselo a la gente real, de carne y hueso podríamos decir, por mucho que haya una persona así que lo conoce (¿eh, Karenina?). Pero aún así yo ya le había abierto la puerta a las dudas, a pensar en qué escribía y por qué de ella, a pensar qué era lo que no le contaba de mis sentimientos por ella. Empezamos a hablar, casi discutir, hasta que al final le confesé mis dudas sobre ella y sobre esta relación. ¿Por qué han tenido que salir a relucir tan pronto?. Yo quería conocerla mejor antes de nada, saber si me gusta realmente, resolver mis dudas antes de planteárselas a ella. Pero ahora todo ha cambiado, ella ya sabe lo que siento y lo que no siento. No sé lo que pasará a continuación.

Y para colmo, esta mañana venía pensando sobre el tema en el metro, y me he dado cuenta de que, yo que me las doy de honesto y sincero, no soy más que otro más del montón, que aprovecho la situación como mejor me parece para mis propósitos. Cuando estaba con R, se lo dije a E, pero no la dejé marchar, cuidando la relación por si acaso. Ahora que estoy con E, no le digo piropos a R ni cuido la relación con ella como antes, pero tampoco le cuento lo de E, por si acaso. De hecho, me da miedo contárselo y que se aleje de mí y deje de pensar en mí y enviarme mensajitos. Sé que no lo hacía expresamente así, que no me lo he propuesto de esa forma, pero inconscientemente me ha salido de ese modo. O quizás sí lo hacía expresamente y me engañaba a mí mismo diciendo que no.

Comentarios

  1. Hola Deckard. Mucho tiempo sin pasar por aquí, demasiado...Me encanta verte ilusionado con alguien que además te corresponde. Las dudas, si mis consejos te sirven de algo, apárcalas por un tiempo. Sal con ella, pasadlo bien, y el amor puede llegar o no, pero eso no se sabe en una semana. No le des demasiadas vueltas, espera a conoceros un poco más, ¿quién sabe? tal vez sea la mujer de tu vida.
    Espero teneros de visita por aquí este verano. ¿Recuerdas nuestras sidras?. Y no, no eres uno más del montón, lo puedo asegurar. Tienes una sensibilidad y una honradez que están muy por encima de la media.
    Mil besitos
    Karenina

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La nostalgia del papel

Sueños y olor a orégano