Palabras de mujer
El 20 de septiembre del año 2004 murió Yang Huanyi, una mujer china de 98 años, viuda de un granjero. Salvando la avanzada edad de la mujer, la noticia no tiene demasiado interés. Y sin embargo, muchos periódicos publicaron en su día la muerte de esta mujer con palabras trágicas y algo sensacionalistas. ¿La razón? Era la última mujer que conocía la lengua Nushu.
Nushu, literalmente escritura de mujeres, es el único idioma que se usaba exclusivamente entre mujeres. En China, hace siglos la cultura, y por supuesto la escritura, estaba vedada a las mujeres. Sólo los hombres tenían derecho a saber escribir. Por tanto, para poder comunicarse entre ellas, las mujeres desarrollaron una escritura propia, que se enseñaban de madre a hija. A falta de papel, se escribía en tela e incluso en las palmas de las manos, razón por la cual han llegado tan pocos escritos hasta nuestros días. Parece ser que los hombres estaban al tanto de esta práctica, pero la consideraban tan poco importante que ni se molestaron en ir contra ella. Con el tiempo, la mujer ha tenido acceso a la cultura y la escritura, por lo que el nushu fue desapareciendo naturalmente, siendo sustituido por el mandarín o algun otro idioma chino.
A pesar de que esta mujer no fue realmente la última en conocer la lengua, tal y como publicaban los periódicos de forma tan sensacionalista, hay muy pocas personas que la conozcan, y menos aún las que la usen. Hay algunas mujeres que lo estudian e incluso lo enseñan, y el gobierno chino tiene intención de evitar que desaparezca este idioma, aunque, al igual que multitud de idiomas en vías de extinción, parece ser que tiene los días contados.
Es muy triste que se extinga algo, ya sea un animal, un pueblo, una cultura o un idioma, puesto que perdemos irremisiblemente algo que forma parte de nuestra historia. Y sin embargo, esta extinción no me duele tanto. Porque, más que perder un idioma, más que perder una forma de expresión, lo que realmente ha pasado es que hemos ganado precisamente eso: libertad de expresión.
Nushu, literalmente escritura de mujeres, es el único idioma que se usaba exclusivamente entre mujeres. En China, hace siglos la cultura, y por supuesto la escritura, estaba vedada a las mujeres. Sólo los hombres tenían derecho a saber escribir. Por tanto, para poder comunicarse entre ellas, las mujeres desarrollaron una escritura propia, que se enseñaban de madre a hija. A falta de papel, se escribía en tela e incluso en las palmas de las manos, razón por la cual han llegado tan pocos escritos hasta nuestros días. Parece ser que los hombres estaban al tanto de esta práctica, pero la consideraban tan poco importante que ni se molestaron en ir contra ella. Con el tiempo, la mujer ha tenido acceso a la cultura y la escritura, por lo que el nushu fue desapareciendo naturalmente, siendo sustituido por el mandarín o algun otro idioma chino.
A pesar de que esta mujer no fue realmente la última en conocer la lengua, tal y como publicaban los periódicos de forma tan sensacionalista, hay muy pocas personas que la conozcan, y menos aún las que la usen. Hay algunas mujeres que lo estudian e incluso lo enseñan, y el gobierno chino tiene intención de evitar que desaparezca este idioma, aunque, al igual que multitud de idiomas en vías de extinción, parece ser que tiene los días contados.
Es muy triste que se extinga algo, ya sea un animal, un pueblo, una cultura o un idioma, puesto que perdemos irremisiblemente algo que forma parte de nuestra historia. Y sin embargo, esta extinción no me duele tanto. Porque, más que perder un idioma, más que perder una forma de expresión, lo que realmente ha pasado es que hemos ganado precisamente eso: libertad de expresión.
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