La vida... de un blog

Ayer se me ocurrió pensar en la vida de mi blog. La gente suele pensar en su vida, o en las de sus cónyuges, o en las de sus hijos, pero... ¿quién piensa en la vida de su blog? Un blog es un ser vivo, puesto que nace, crece, se reproduce y muere. Enferma y se recupera. Recibe visitas y se siente solo. Evoluciona a lo largo de la vida, cambiando de aspecto según las modas. La mayoría de blogs están demasiado ligados a las personas que los escriben, de forma que cuando éstas mueren, ellos también mueren. Pero igualmente hay otros que se van renovando, adoptan nuevos bloggers para que los sigan cuidando, los sigan rejuveneciendo y haciéndoles crecer.

Con esto en la mente, pensé cuál sería el destino de mi blog, cuánto podría llegar a vivir. De la misma forma que llevo 5 meses escribiéndolo puedo seguir haciéndolo durante otros 50 años o dejar de hacerlo mañana mismo. En gran parte depende de mí, pero... ¿y cuando yo deje de escribir, cuánto tiempo más durará?. A día de hoy los sistemas informáticos tienen capacidades inmensas de almacenamiento, capacidades millones de veces superiores a las que había hace 20 años, y siguen aumentando día a día, de forma que actualmente ya se pueden conseguir algunos discos con terabytes de capacidad. Si dentro de otros 20 o 30 años la capacidad de almacenamiento se ha vuelto a multiplicar por millones y un PC normal es capaz de almacenar uno o varios exabytes, capacidad varias veces superior al tamaño actual de toda la información escrita que existe en la tierra, ¿quién se va a molestar en borrar un blog de escasos megas?. Pues la información que posee un blog es muchísimo más preciosa que el espacio que ocupa.

Así que con suerte, si consigo mantenerlo cuidado y vivo hasta ese momento en el que su tamaño resulte despreciable, es posible que mi blog viva para siempre. Y entonces, dentro de 60, 100 o 500 años, este blog podría convivir con otros tantos blogs que se congelaron en el tiempo, para contarle a las generaciones venideras cómo éramos y cómo pensábamos, lo que ocurrió o lo que pensábamos que ocurriría, y se reirían y llorarían con nuestras vidas, nuestra forma de pensar completamente anticuada y nuestras vanas ilusiones por desentrañar los misterios de la vida que no nos es dado conocer en la actualidad.

Comentarios

  1. Brillante! :)en vez de hacer una cápsula del tiempo...¡escribamos un blog!
    Muy bueno!

    ResponderEliminar
  2. Gracias pituki, por ahora esa es mi intención.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La nostalgia del papel

AdSense