Dios, la iglesia y yo

El otro día descubrí un blog sobre ciencia, en el que el autor comenta que escribirá tanto de temas científicos como religiosos, y cómo afectan los unos a los otros. Por ahora tiene poquitos posts, pues empezó hace poco, pero los posts que tienen están muy bien escritos, muy bien documentados y me gustó leerlos. En seguida lo apunté a mi lista de blogs a leer periódicamente.

Pero al ser temas científicos orientados ligeramente hacia la religión, hubo un par de temas en los que difería, así que le dejé un par de comentarios rebatiéndole y dando mi punto de vista. Tras su réplica, he vuelto a comentarle sobre sus opiniones, y en uno de los comentarios me he dado cuenta de que no disponía de enlaces para rebatirle sus opiniones. Normalmente no suelo leer un sitio específico sobre ciencia, sino que leo mensualmente el Investigación y Ciencia y leo las noticias de ciencia que me van llegando desde otros sitios. Es cierto, no tenía más que ir a Google, buscar un par de artículos, y enlazarlos en el comentario, pero eso me ha hecho pensar en una cosa: ¿por qué no estoy subscrito a ninguna web científica (léase NASA, AstroSeti o similares) y sin embargo al momento me he subscrito a su web que contaba sólo con 4 o 5 artículos?

Me he dado cuenta que ha sido por su postura: la de compaginar la religión con la ciencia. Eso me ha hecho saltar. Siempre me ocurre lo mismo, en cuanto me hablan de religión, afecte a lo que afecte, salto. Me lo he repetido cienes y cienes de veces, que no voy a entrar a trapo, que la religión es fe, y la fe no se puede razonar... Pero a pesar de ello, siempre vuelvo a caer. Es superior a mí, y más cuando la religión afecta a la ciencia. Y si ya trata de tergiversarla (que conste, no es éste el caso), para qué hablar.

Mi relación con Dios creo que es relativamente aceptable: él no se mete conmigo y yo paso de él. Hemos vivido una relación estable durante 33 años y parece que llegaremos a las bodas de platino de esta forma. Pero mi relación con la iglesia siempre ha sido pésima. No soporto que la Iglesia me diga qué creer, ni cómo vivir, en base a unas leyes teóricamente divinas pero que en la práctica han sido impuestas por los humanos, o con unas normas anticuadas y estúpidas que la gran mayoría de las veces son los mismos integrantes de la iglesia las que las rompen. Si quieres hacer algo, u opinas que algo está mal, estupendo, defiende tus ideas, pero no te escudes en Dios para hacerlo, y lo que es peor, ni se te ocurra usar "sus" ideas para tus fines. Ya comenté en otro post lo que me parecía cierto predicador que encontré en Internet, pero ciertos religiosos no me merecen mejor opinión, y con la gente cerrada de mollera que se encierra en sus ideas, ya es que me pongo a cien (y repito, no es éste el caso). Claro que de todo hay en la viña del señor, como se suele decir, y hay creyentes y religiosos maravillosos, que entienden los defectos de la Iglesia y tratan de solucionarlos.

Ahora estoy en un dilema. No sé si seguir leyendo el blog de este chico o no. Me gusta, pero si lo sigo leyendo, estoy condenado a rebatir sus ideas una y otra vez, entrando en eternas discusiones sobre fe vs. ciencia, y no sé si me apetece. Bueno, intentaré controlarme y no criticar más que cuando la religión quiera alterar lo que dice la ciencia.

Como dijo Cervantes (a pesar de que la frase original no era la de criticar a la Iglesia como institución, sino meramente informativa de que habían chocado con una iglesia): "con la iglesia hemos dado, Sancho".