M

Hoy he visto a M. Ha entrado en el vagón del metro justo delante de mí y se ha sentado en un asiento, mientras yo me quedaba de pié a su lado. Iba con una fotocopia de algún escrito antiguo con los renglones numerados y una libreta, como si estuviera traduciendo castellano antiguo o algo así...

Bueno, en realidad no era M. Sé que es imposible que fuera ella, pero parecía M con 20 años más, alrededor de los 50. Su mismo corte de pelo, el mismo color, la misma arruga en las comisuras de los labios, la misma estatura, los mismos gestos, los mismos ademanes decididos... No he podido apartar la vista de ella durante todo el viaje, hasta el punto que creo que ella se ha dado cuenta y habrá pensado que qué demonios miraba. Me preguntaba si ese habría sido su aspecto dentro de 20 años, cuando en una estación han entrado en tromba 20 o 30 chiquillos de algún colegio con sus profesoras, y me he tenido que mover de sitio para que no me aplastaran. Cuando me he querido dar cuenta, "M" ya no estaba.

He salido del metro con un nudo en la garganta, y si hubiera llegado a casa, en lugar de al trabajo, me abría puesto a llorar. Pero la vida sigue...

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