Liado

Llevo unas semanas un poco liado y no he podido actualizar esto. En el trabajo, necesitaba dedicar más tiempo al trabajo y menos a navegar, leer correos y blogs o escribir el mío. La verdad es que en diciembre me toqué las narices bastante, y claro, ahora en enero he pagado las consecuencias, hasta de tener que quedarme un fin de semana trabajando en casa. Normalmente, hace tiempo que me niego a trabajar en casa o en fin de semana si no es estrictamente necesario y sin recompensa alguna, ya sea monetaria o en días, pero considerando que ese tiempo lo había malgastado en horas de oficina, me pareció justo reponerlo por mi cuenta.

Aparte de eso, por fin me compré el Nokia N70, y he estado jugueteando con él todo este tiempo: buscando programitas interesantes, conectándolo a internet a través del PC (que el GPRS y EL UMTS te salen por un pico) y que sólo conseguí hacerlo desde ayer, y todas esas cosas. El GPS aún no me he decidido por cuál pillar, pero de todas formas, como hasta que le ponga una memoria decente, no le pudo poner los programas para el GPS... Buf, la memoria es otro tema, que vaya, vaya. Sale por un dinero, y para la oferta que tenía The Phone House, que salía bastante bien, no quedaban memorias...

Pero bueno, el caso es que ya he configurado y jugueteado lo suficiente con el N70, ya tengo hecho el trabajo y estoy más liberado, y ya puedo dedicar un ratillo a escribir algo, sobre todo lo que le debía a la Dama Blanca.

Y como podréis observar, hoy tampoco he podido ir a Valladolid a ver a R. Yo creo que el cielo se confabula contra nosotros, porque cuando no estoy yo de casas rurales, su madre se pone mala, o hay temporal de nieve, o estamos griposos perdidos, o es el cumpleaños del padre... Y eso que hoy teníamos reserva en un restaurante y todo, pero nada, que lo que no puede ser, no puede ser. A ver si el próximo finde, que hace un año de la primera vez que nos vimos, hay más suerte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nostalgia del papel

Sueños y olor a orégano