Desde 1981, disminuyendo diferencias

He rellenado el formulario de www.ayudaenaccion.org para ser socio y colaborar monetariamente con la organización. Se lo debía a M desde que supe que era voluntaria y que se esforzaba por que toda la injusticia de este mundo cambiara, desde que me lo pidió una y otra vez sin que yo le hiciera caso. Y no le hacía caso por razones estúpidas. Pensaba que apadrinar a un niño era algo que conlleva mucha responsabilidad. El niño te escribe un par de cartas al año, y se supone que tú deberías escribirle de vez en cuando. Pero eso me asustaba. ¿Qué iba a contarle en las cartas? Me sentiría cada vez más culpable sin escribirle y al final cancelaría el apadrinamiento y dejaría de ayudar. Así que lo más fácil era no iniciarlo desde un principio.

Pero se lo debía. Cada vez que veo algo de Perú me acuerdo de cuando ella estuvo allí de voluntaria un mes. Cada vez que veo u oigo hablar de ayuda en accion me viene a la mente aquella foto que guardaba con tanta ilusión de su ahijado. Y pienso, ¿qué será ahora de ese chaval? ¿A quién le enviará las cartas ahora?. Es cierto que sigue recibiendo la ayuda, porque el apadrinamiento no es más que una forma de involucrar a la gente. El dinero sigue llegando a la zona a pesar de que la gente deje de ayudar o se ... muera (maldita palabra).

En resumen, como no me sentía capaz de apadrinar a un niño, me he apuntado como socio, donde tan sólo aporto el dinero y ellos lo mandan a donde haga falta.

Va por ti, M.

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