Menos mal que no he tenido que regalar los muebles. No me daban alergia. Supongo que me sentaría mal la cena en "Los Pescaitos" con los colegas. Si ya decía yo que comer pescado por la noche no debía ser muy bueno..

Poco a poco voy montando mi casita. Entre los muebles del domitorio que me montaron la semana pasada y el sofá que me trajeron el jueves, la casa va pareciendo otra cosa. Ahora, a ver cuando tengo tiempo y ganas a comprar el mueble del salón. Ya lo tengo más o menos visto, en una tienda que hay cerca de casa, pero como no abren los sábados tarde ni domingos, pues lo tengo un poco difícil.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nostalgia del papel

Sueños y olor a orégano