Crónica de una muerte no anunciada

Anoche, mientras caía en ese estado de duermevela, justo antes de dormirme, me vino a la mente una idea, que al despertarme esta mañana he podido recordar. ¿Que ocurriría si muriera de repente? Hay miles y miles de razones por las que podría morir de un momento a otro: un accidente de coche, una intoxicación, un atraco, electrocución mientras cambio una bombilla, un desastre natural como el de Asia...

Aparte de la tragedia que sería privar a este mundo de mi presencia -jejejeje-, en realidad no causaría demasiado dolor en mi alrededor. No dejo a nadie con el corazón destrozado ni a ningún hijo huérfano que se pregunte cómo era su padre. Mi madre me recordaría siempre, como hacen todas las madres, mis hermanos tardarían mucho en olvidarme, mis amigos más amigos tardarían un poco en olvidarme, y los otros amigos seguirían su vida igual que antes, si acaso, tras derramar ellas algunas lágrimas en el funeral, charlando sobre lo bueno, símpatico, inteligente, atractivo y modesto que era yo -jejejeje-.

Dándole vueltas a la idea, de esa forma en que se le dan vueltas a las ideas mientras te duermes o te despiertas, me di cuenta de que la inmensa mayoría de mis amigos y conocidos se enterarían por uno u otro medio, ya que todos ellos forman una gran red interconectada. Desde el más lejano hasta el más cercano, tanto geográfica como emocionalmente, están en contacto unos con otros, a veces a través de una única persona, a veces a través de un grupo numeroso. Todos..., excepto dos personas que he conocido en los últimos meses. Estas dos personas sólo las conozco yo, a través de mis incursiones en internet, y nunca se enterarían de lo que me ha pasado. Quizás se extrañen de que ya no me conecto al MSN, y piensen que me he enfadado y los he bloqueado. O piensen que he dejado de escribir en el blog porque ya me he aburrido o porque tengo mucho trabajo.

Para estas dos personas, que en estos momentos significan algo para mí, me he propuesto dejar un testamento, un mail o fichero o ya veré qué, de forma que si me ocurre algo, sean avisadas de una u otra forma. Estoy casi seguro de que mi hermano miraría mi ordenador, en busca de... quién sabe qué información necesaria: cuentas de banco, seguros, recibos por pagar, fotos, amigos a quien avisar... En ese caso, le dejaré una nota, un fichero, diciéndole a quién avisar, aparte de los ya conocidos, y qué hacer, de qué servicios tendría que darme de baja, dónde están todos los papeles necesarios... Sé lo complicado que puede ser cerrar la vida de una persona, burocráticamente hablado, y una ayuda nunca viene mal en esos momentos tan tristes.


Comentarios

  1. te quiero mucho, Deckardddd!!!
    y deja de pensar esas cosas, por favorrr!!!

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  2. Muchísimas gracias a las dos, precisamente por esto quiero hacerlo.

    Pero Cin, por el hecho de no pensar en ello no va a evitar que suceda, asi que si alguna vez sucede (Dios no lo quiera), más vale estar preparado, ¿no crees?

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