Recuerdos cibernéticos

Por fin he podido acceder al ordenador de sobremesa, al que se le estropeó el monitor cuando éstabamos montando la web de la empresa, allá por mayo o junio. Como no me acordaba exactamente de la configuración de red que tenía el sobremesa, he estado trapicheando hasta que por fin he colocado el portátil en la misma red y he podido entrar, justo antes de que se activara el firewall que me habría impedido conectarme. Menos mal que era un ordenador antiguo, y le cuesta arrancar, que si no...

El caso es que al fin he podido copiar las cosas personales que tenía en ese ordenador: fotos, mails, ficheros varios... Ya no me acordaba que ese ordenador era el que usaba para enviarle mails y chatear con M, antes de que muriera. Dios, cuando he visto sus mails de nuevo, me he sentido fatal. Y eso que últimamente estoy bastante alegre, con los chats que mantengo con R. Pero M siempre seguirá ahí, para siempre.

Lo bueno es que ya tengo más fotos para enseñarle a R, como las de Cuenca o Marbella. Algo es algo.

Comentarios

  1. Las fotos y los mails me duelen más que nada, leer sus palabras y añorar momentos juntos me están volviendo loca. Sé que no es lo mismo, pero estoy en crisis y tengo que decíselo a alguien, y tu siempre me escuchassss

    Besotes, Deckard!

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