Música para el alma
Cada vez me alegro más de haberme apuntado a clases de piano en la academia. Sin duda, es una de las mejores decisiones que he tomado en muchos años. A pesar de que practico muy poco en casa -ya comenté que no tenía teclado-, el poco rato que estoy en la academia le sientan de maravilla a mi espíritu. Cada vez que salgo de clase, salgo tarareando alguna canción que hemos practicado, o pensando en cualquiera de las cosas nuevas que hayamos aprendido en la clase de lenguaje musical.
Supongo que los profesores tienen muchísimo que ver en el asunto, porque me gustan mucho y son muy amenos. Héctor, el profesor de Lenguaje Musical, hace las clases súper amenas, contando historietas y haciendo ejercicios y prácticas. Y con Cárol, la profesora de piano, me echo algunas veces un ratito de charla antes de empezar a practicar, a pesar de que sólo tengo media hora a la semana de práctica. Sin embargo me da igual, porque merece la pena la alegría que tengo al acabar las clases. Y también tendrá mucho que ver el que no hay presión, no hay exámenes ni pruebas, no hay reproches si no he podido estudiar. Voy a mi ritmo. Cuando me apetece estudiar estudio, y cuando no me apetece, pues no lo hago.
Supongo que el curso que viene me apuntaré de nuevo a las clases, dependiendo de cómo esté de liado en septiembre. Aunque para decir la verdad, no sé si me apuntaré para mejorar con el piano o para mejorar mi ánimo.
Supongo que los profesores tienen muchísimo que ver en el asunto, porque me gustan mucho y son muy amenos. Héctor, el profesor de Lenguaje Musical, hace las clases súper amenas, contando historietas y haciendo ejercicios y prácticas. Y con Cárol, la profesora de piano, me echo algunas veces un ratito de charla antes de empezar a practicar, a pesar de que sólo tengo media hora a la semana de práctica. Sin embargo me da igual, porque merece la pena la alegría que tengo al acabar las clases. Y también tendrá mucho que ver el que no hay presión, no hay exámenes ni pruebas, no hay reproches si no he podido estudiar. Voy a mi ritmo. Cuando me apetece estudiar estudio, y cuando no me apetece, pues no lo hago.
Supongo que el curso que viene me apuntaré de nuevo a las clases, dependiendo de cómo esté de liado en septiembre. Aunque para decir la verdad, no sé si me apuntaré para mejorar con el piano o para mejorar mi ánimo.
Uno de mis sueños es aprender tocar piano. Cuando era pequeña algo hice pero poco recuerdo :S jejeje. Ahora les digo a mis amigas pianistas que cuando me tome un año sabático las contrataré para que me den clases diariamente durante 8 horas jejejejeje
ResponderEliminarMe alegro mucho que te hayas apuntado a la academia...¿no es la musica la mas sublime de las artes?
¡Mucho ánimo!
Carol, el mejor comentario que te puedo hacer al respecto es que, si puedes, no lo dejes pasar. Yo lo dejé demasiado tiempo, y ahora veo que perdí demasiado.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus ánimos.