Un comerciante, que vende teléfonos móviles a comisión, dispone de dos modelos de teléfonos de cierta gama en su catálogo. El primero, de marca A, lo vende por 109,99 €. El segundo, de marca B, lo vende a 179,99 €. Marca A 109,99 € Marca B 179,99 € ¿Cuál de los dos comprarías? Como la mayoría de la gente, supongo que tirarías por el barato, el de 109,99 €. El comerciante quiere comprarse un coche nuevo y necesita pedir un préstamo, así que piensa en cómo podría mejorar sus comisiones. Si pudiera vender más móviles de los caros..., pero ¿cómo hacerlo?. Et voila!, se le ocurre una idea. ¿Rebaja un poco el precio del caro?, jejeje, que va. Se pone en contacto con la marca B y le pide otro modelo ligeramente más caro que el anterior. Ahora tiene estos modelos en su escaparate: Marca A 109,99 € Marca B 179,99 € Marca B 195,99 € ¿Cuál comprarías ahora?. Pues sí, el móvil de 179,99€. El de 109,99 € te da mala espina, seguro que es bastante malucho, pero claro, no vas a ir a por el más ca